¿Cuántos objetos distintos habrá? Cosas que comprar, que tener, que regalar, que no se sabe para qué son, de colores, formas, texturas distintas, todo un mundo que explorar. Metete por curiosidad en unos grandes almacenes, allí encontraras millones de artículos, cada uno creado para cumplir un objetivo, cada uno sirve para una cosa distinta, los hay originales y falsificados, los hay útiles y mas inútiles, los hay de los que usarías a diario y los que no utilizarías en absoluto. Muchos de estos objetos se adquieren solo por comprar, no por necesidad. ¿Quién necesita por ejemplo seis sartenes en casa? ¿O velas de colores distribuidas por todos lados?
Muchas de las cosas que compramos son inútiles pero ¿y las que si los son? De esas abusamos a conciencia, yo por ejemplo soy una amante de las fotografías familiares, me encanta ver a toda la familia todos los días, tengo fotos por todos lados, he cambiado los grandes cuadros de paisajes y bodegones por fotos familiares que tengo hasta en la cocina. Tengo fotos en marcos de cristal, en marcos de madera, fotos en expositores metacrilato y fotos sin marcos. Todas ellas me recuerdan lo bonito que es contar con una familia unida, lo bonito de la unidad familiar, la necesidad de sentirse parte de una familia y las ganas de ir ampliándola poco a poco.
La verdad es que sé que tengo demasiadas fotos, pero que le voy a hacer a mi me encanta, y como a nadie le molesta, pues disfruto mucho de ellas, además las voy cambiando cada poco tiempo algunas son recuerdos de días especiales como celebraciones, bodas, comuniones, bautizos, otras más divertidas como días de vacaciones, o comidas en el campo en el que acabamos todos chorreando jugando con globos de agua y acaba siendo inmortalizado en una foto. Estas fotos son parte de mi vida, mis recuerdos y los de todos los de casa, unos recuerdos inmortalizados en un trozo de papel que podemos ver todos los días y que la mayoría de las ocasiones nos arranca una sonrisa.
Estas cosas son las que merecen la pena, las que te hacen sentir bien, y son las más simples, no tiene chips, ni circuitos, no sensores, solo momentos, momentos inolvidables que afortunadamente alguien pensó que eran dignos de inmortalizar y dejar constancia de que ese momento tan bonito y especial ocurrió.