Por fin me he comprado un coche, por fin he ahorrado lo suficiente como para poder comprar un coche y estoy muy ilusionado. Estoy sin coche por una mala jugada del destino, que como siempre azota a los más humildes.

Hace dos años me compré un coche, bueno me engañaron para que me comprara ese coche, un coche que aparentemente estaba en perfecto estado, aparentemente era un coche de segunda mano que podía fácilmente durar diez o doce años más, que equivocado estaba.

Me vendieron un coche cascado del motor, con una avería a medio arreglar, una avería bastante seria en la que habían puesto una tirita para que el coche no sangrara, pero que con el paso de una semana fue dejando salir un chorreo continuo de sangre que acabó con la muerte del vehículo. Quizás no sea la metáfora más bonita, pero si la más adecuada, no solo desangraron el coche si no que a mi también por que además de quedarse con mi dinero se quedaron con parte de mi sangre, el sudor y la sangre que derramé consiguiendo el dinero para poder comprar el coche.
Acabé queriendo vender mi coche averiado a cualquiera que me lo quisiera comprar con la única esperanza de que me dieran lo máximo posible por las piezas que todavía tenía impecables que por suerte eran muchas. Cuando un coche tiene un problema de motor, lo mejor es reparar inmediatamente, de lo contrario el daño se multiplica hasta llegar a ser una herida de muerte.

Así me vi, sin dinero, sin ilusión y sin coche. Una verdadera pena que personas a sabiendas de que el producto que están vendiendo no está en las mejores condiciones, sabiendo que puede fallar en cualquier momento y que puede incluso ocasionar un accidente sigan haciendo de las suyas engañando a personas que como yo todavía tenemos fe en la personas pero que poco a poco y en vista de los acontecimientos empieza a darse cuenta de que la humanidad es una de las peores especies del planeta.

No quiero generalizar pero es lo que siento en este momento que rememoro lo que pasé en aquella época en la que solo quería ir a trabaja en coche y que me vi luchando para poder ahorrar lo suficiente como para poder comprar otro coche, eso si esta vez con la garantía de comprarlo en un lugar respetable y con garantías.